LA  SEGURIDAD CIUDADANA,  EN LA NACIÓN,  LA RENDICIÓN HIPÓCRITA  DE CUENTAS ACOMODADAS, LA FALSA PAZ  A LA VUELTA DE LA ESQUINA,  TODO UN CUENTO DE HADAS, PARA LOGRAR LA REELECCIÓN, COMO EFECTIVAMENTE SE ALCANZÓ.  ES LA BERBORREA DE UN PRESIDENTE QUE COMO JUAN MANUEL SANTOS, NO  POSEE  SENTTIMIENTO  ALGUNO POR SU PUEBLO, SINO CUYA FILOSOFÍA Y VALOR MORAL, SON EL LOGRO DE SUS PROPIOS INTERESES

La  seguridad,  es  todo un infierno, de miedo, y  terror,  en distintos  rincones  de la patria.

Los atentados, y quema cobarde de vehículos  es el pan diario,  de los Colombianos.

El derrame  criminal  del crudo, no solo daña el suelo, no solo afecta la vegetación, sino  que envenena  de forma infame, la  poca  agua, que decenas  de humildes  Comunidades   disfrutan.

El Secuestro continua, las desapariciones igual;  Y el país dizque llamado del  “SAGRADO CORAZÓN DE   JESÚS”,     se  ha  convertido  en  el país, amo  y señor, de toda clase  de  violencia  contra la mujer. No existe un  día  sin  que , en  distintos    lugares de la patria,  no  aparezca, un alto porcentaje de mujeres, atracadas, violadas,  lesionadas,  y en el peor de los casos asesinadas.

Usted, Presidente,  en  maridazgo  con quien apoyó,  su reelección, o sea  el populista  Petro,  Tienen   a  la Capital de Colombia, caminando  sobre ruedas sin rines, buscando con ello, su despeñadero.

Ésta  ciudad,   se halla en manos de distinta clase de   hampones,   no  existe  prácticamente, para andar en  ella, lugar  seguro.

Las estadísticas  que se le entregan a los ciudadanos   sobre seguridad, en sus ciudades, pueblos  y veredas, no está basada en la verdad, y la realidad, que la Nación está viviendo.

El crimen  común, el atraco permanente, el  boleteo,  la   extorsión  al menudeo,  la estafa, y todas las formas de criminalidad, mantienen ahogada, la tranquilidad de millones  de compatriotas.

La paz, que usted Presidente tomó, como  bandera,  no pensando en su pueblo, sino en los dividendos, que electoralmente ella le producía, y que efectivamente le produjo,  está en veremos,  y empañada, por una serie de actos  criminales de quienes desde la tierra de los más viles dictadores que ha parido el mundo, han venido propinándole, no a su gobierno, sino a los más desfavorecidos del país.

Con el cinismo que a usted, caracteriza,  le dijo  textualmente a su pueblo, “ Colombianos, ayúdenos  en éste empeño, la paz está a la vuelta de la esquina”. Ahora resulta,  que la vuelta de la esquina, es mamarle gallo a  toda la Nación, y prolongar su aparente firma, hasta el  2.015.

Usted, lo  sabía Presidente, pero se lo ocultó a sus gobernados,  junto a su rosca de corruptos,  a quienes pagó muy bien,  en plena Navidad, y año Nuevo, para que le siguieran el macabro juego  de que la paz, según  usted,  ella  estaba ahí no más, a la vueltica  de la esquina. Lo  que usted, Presidente Santos, no le dijo a su pueblo, fue de que esquina hablaba, si la de su casa, o la de los Castro en la  Habana.

Ese cuento   con el cual llena su boca, diciendo, “ es el pueblo, quien tiene la última palabra, con relación a la firma de la paz, él, decidirá, con un sí, o un no, el futuro de éstos diálogos  de paz”, eso señor, es solo un cuento, cansón, y aburrido.

Yo espero Presidente, que el país despierte,  que el pueblo deje de ser  servil,  deje de postrarse ante tanto mentiroso  Polítiquero  vendedor, de vanas  esperanzas. La paz sin Justicia Social, sin una real y digna Educación gratuita ,   sin una  Política  verdadera  y  real, de empleo,  sin una justa repartición de la riqueza,  será siempre solo una quimera.

Usted, ha dicho Presidente, que todos los que le hacemos objeciones,  a su Política de paz, somos unos buitres, que nos alimentamos, de los muertos de la guerra. Yo le respondo Presidente algo muy serio y claro. El único alimento con el que me he sostenido, por varias décadas, fue   ver  y  convivir, con el hambre  y la miseria desde niño, causada por ustedes los Liberales, y los Conservadores, quienes comenzaron el derramamiento de sangre, disputándose el  poder. Ver cómo, seres queridos míos,  grupos “Chulavitas”,  y “Cachiporros”, nos despojaban de lo poco que poseíamos,  y cómo de manera cobarde maltrataban  y derramaban sangre de mis amados seres, allá en Santander, más concretamente, en veredas Jurisdicción  de Puente Nacional. Eso es Presidente de lo que me he alimentado en mi vida.

Pero si vamos   a  hablar de buitres, usted, y su diabólica  unidad Nacional son unos de ellos. Pues,  se han alimentado,  con el dolor, con  los más crueles sufrimientos, de millones de Colombianos,  que ven como sus días fenecen, sin que hayan podido conocer, un solo instante de dignidad, en su alimento, en su vestido, en su educación, en su vivienda, en su empleo, en su salario.

En sus  Políticas Sociales, señor Santos, usted, se ha ganado elogios Internacionales, simplemente porque ha seguido, las directrices, de una pequeña minoría, de  potentados Nacionales  y   Extranjeros, que les conviene  su estilo neoliberal, en el manejo criminal que le está dando a nuestra  Economía. Economía, que según usted, y sus falsos lacayos, crece al 4.6%, cuya ganancia solo llega a las arcas de los millonarios y poderosos  Empresarios Colombianos, pero que al bolsillo de los de a pie, tal crecimiento no se conoce. Por lo menos en  mi cartera , de dicho crecimiento, no me ha llegado ni una moneda de  100 pesos.  Las felicitaciones que usted, se ha ganado  de los organismos Internacionales, por el manejo económico que le está dando a nuestro país, es simplemente, porque a esos entes como el Fondo monetario Internacional y el famoso Banco Mundial entre otros, su manejo les   conviene.

Presidente,  debería  sentir  usted, vergüenza,  un crecimiento tan  ridículo  de nuestra Economía legal, mientras que la economía, sumergida, crece a pasos agigantados, en no menos de un 20%,  anualmente. Gracias   a que el Estado Colombiano, a través de su clase Política, en más de un 90%, corrompida, le quedó  grande controlar  dicha economía. Y más bien se confabula  con ella,  y  de forma soterrada, cínica  y triste. guarda silencio, no hace menor, ni menos mayor esfuerzo por controlar esta maldita economía sumergida, que afecta obstensiblemente, el  honesto y verdadero crecer de la economía legal.

¿Sabe  una cosa señor Santos?, usted y  el 99%, de sus Políticas, son todo un  “ sancocho,  muy mal sazonado”.