LA PAZ EN MEDIO DE LA GUERRA ES POSIBLE, LO QUE NO PUEDE SER POSIBLE ES, QUE ELLA, ( LA PAZ), PUEDA HABITAR DENTRO DE UNA NACIÓN PLAGADA DE TANTAS DESIGUALDADES Y MARCADA POR UNA INMENSA DIVISIÓN SOCIAL, DONDE UN PRESIDENTE SE AUTO DENOMINA EL MANDATARIO DE LA UNIDAD NACIONAL, ESTANDO RECHAZADO POR UN 62%, DE SUS CONCIUDADANOS. TODO A CAUSA DE DISTINTOS FACTORES, PARIDOS DE LAS DIFERENTES POLÍTICAS NEOLIBERALES QUE POR MÁS DE 10 LUSTROS, HAN VENIDO DIRIGIENDO LOS DESTINOS DE LA NACIÓN COLOMBIANA, ESAS POLÍTICAS PERVERSAS DEL NEOLIBERALISMO SOLO HAN SERVIDO PARA MANTENER EL FORTALECIMIENTO DE LAS CLASES MÁS PREVILEGIADAS DEL PAÍS, MIENTRAS CON ELLO SE ACRECIENTA LA MISERIA, LA POBREZA, Y LAS ESCALOFRIANTES DISTANCIAS ENTRE UNA SOCIEDAD MINORITARIA SIEMPRE BENEFICIARIA DE LA MAYOR PARTE DE LA RIQUEZA DE LA PATRIA, Y DE LA OTRA, QUE SIENDO LA MAYORÍA SE ACONSTUMBRÓ A LAS MIGAJAS, A LAS LIMOSNAS QUE EL CESAR DE TURNO LES LANZA DESDE SU PALACIO.

Claro que la paz, sí es posible en medio de la guerra, es posible, porque entre otras cosas, la lógica nos enseña, que en la trifulca brutal y despiadada, que dos bandos llevan a cabo, cuando uno de ellos, percibe que se hace imposible vencer , o arrasar al otro, entonces sus Líderes, o principales cabecillas, comienzan la posibilidad, de un diálogo, que lleve a un receso de la guerra; ya para tomar aliento, ya para en definitiva buscar otras alternativas, que les permita, no caer en el camino humillante de la rendición.

Lo anterior es lo que uno puede percibir de una organización como las Farc, que así no lo den a conocer, saben y entienden que están menguadas, sus fuerzas en su poderío, armamentista, en su número de efectivos, y en todo lo concerniente a su estructura logística, y militar.

Contradecir, decir, que no se debe negociar en medio del fuego entre las partes, suena a ignorancia, y a retórica barata.
Claro que se puede, lo que sucede, , y no se puede callar, ni menos aceptar, es que con el pretexto de que se está negociando en medio del activo fuego, los actos vandálicos y criminales de las farc, no estén tocando las estructuras del gobierno, que se presume, es al que se le combate, por sus pésimas Políticas, que van en contra de los más desfavorecidos de la Nación. En cambio sí, cada ataque, de estos forajidos, Aumenta el número de nuevas víctimas, de decenas de compatriotas, que nada tienen que ver con lo que buscan los llamados, “ señores de las farc “. Y lo que es peor, un 47% de los afectados por las crueles y satánicas acciones de la agrupación que negocia la paz en Cuba, son menores de edad. Que en muchos casos, no alcanzan ni siquiera a preguntarse, ¿ por qué, la guerra, les truncó, les robó, no sólo su niñez, sus vidas, sino también su futuro, sus sueños , sus alegrías, y esperanzas?.

Como quiera que esos bárbaros, han perdido todo sentido de patria, de sensibilidad moral, y del más mínimo respeto por la vida, y la dignidad humana, es que se hace necesario, un cese urgente de toda acción asesina, terrorista, y despiadada, sobre humildes y empobrecidos Municipios y caseríos, en distintos lugares y rincones del Territorio Nacional.
El diálogo sí; pero urgentemente, exigir, que cese toda acción criminal, que haya un alto al fuego, con veeduría Internacional. Que se pare de forma inmediata, todo acto criminal de los bárbaros que están negociando la llamada paz, so- pena, de levantarse el gobierno de la mesa.
De no hacerse de esa manera, vale la pena preguntarle al Presidente de la mentirosa Unidad Nacional, ¿ qué piensa hacer con el nuevo y altísimo número de víctimas, que las minas quiebra patas, y el continuo lanzamiento de los cilindros bomba, y el fuego atroz, de las metrallas está dejando, en diferentes y apartados lugares de nuestro Territorio Nacional?. ¿Los van a indemnizar?, ¿ los reconocerán sus víctimarios ? Si esto no lo ha previsto Presidente, tenga nobleza, piénselo, y créame, es importante parar, hacer un alto al fuego, para evitar el triste crecimiento de víctimas, que de no llegarse a ser reparadas, podría ser ” el talón de Aquiles”, en la estabilidad, y duración de la posible llegada de la paz.

Presidente, deje su soberbia, su orgullo, su arrogancia, y entienda, que es una súplica lo que se está haciendo. Reaccione, tenga nobleza y gallardía, piense en todos esos compatriotas, que están siendo mutilados en sus cuerpos, en su seguridad, en su tranquilidad, en su diario vivir, y en sus libertades, gracias al despiadado accionar, a la sed de sangre y violencia, de una organización, dizque denominada, “FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA ( FARC ) “.
Perdónenme, pero no sabía que una Fuerza Armada y Revolucionaria, dizque poseedora de doctrinas ideológicas, asesinara inocentes niños, y humildes labriegos, envenenara las aguas, asesinara el medio ambiente, destruyera la Fauna, la flora y todo lo que es benéfico para la vida. Y no sabía, que para tales infamias, se hiciera uso al pretexto de que es, el precio, que causa, la lucha contra un Estado incapaz de dar a través de sus gobiernos soluciones serias y duraderas, a los problemas Sociales de una Nación.
La verdad es que en los largos 12 lustros, de existencia de las Farc, y aún, del mismo E. L.N., a ninguna de éstas organizaciones perversas, monstruosas, en cada uno de sus cobardes accionares criminales, les puede uno ver, ni encontrar nada, ideológico.
Jamás, han tenido una acción, que les haga ver, como seres, que en realidad, luchan por los más desfavorecidos. Todos sus actos, han sido enfocados a destruir, en todas sus formas la vida de los más pobres de la patria. Se volvieron delincuentes de poca monta, y bestias inhumanas, perversas y cínicas.
Han destruido, y frenado el crecimiento del campo, su producción, la han menguado en porcentajes escalofriantes. Han asesinado decenas de campesinos honestos, trabajadores y humildes, por el solo hecho de no regalarles al precio que se les dé la gana sus pequeñas y medianas parcelas.
Se han robado miles de hectáreas de tierra buena y apta para la producción de distintos productos, agropecuarios.
Se han robado y asesinado para su mantenimiento, miles de cabezas de diferentes semovientes.
Se enriquecieron sus principales, medianos y pequeños jefes, con el fruto del despojo despiadado, con el fruto del trabajo honrado, de miles de compatriotas. Han asaltado y atracado a humildes ciudadanos, y han acabado con el poco patrimonio económico de muchos, por no decir, miles de pequeñísimos propietarios de humildes micro empresas. Ya Comerciales, ya de la agricultura, o de la pequeña empresa transportadora, en fin, han sido de todo, menos luchadores , ni defensores de los intereses, de los más desprotegidos de la Nación. Se han mantenido del secuestro y la extorsión, y se han rebajado inclusive, al robo menor, y al menudeo de la extorsión.

Se han mantenido del narcotráfico, sus crímenes van más allá, de actos de lesa humanidad. Corruptos de pies a cabeza. Ninguna, bestia del reino animal, pese a ser, un bruto, jamás ha cometido los actos despiadados y bárbaros de estos dementes, llamados por algunos, dizque señores, caballeros, respetables, y muy pronto, doctores, y honorables, símbolos de la patria.
Pero por lo menos esperamos, que de verdad, quieran dejar, su mundo de vergüenza y muerte. Y que por lo menos nos regalen un pequeño gesto de grandeza, y con la voluntad del gobierno, o no; se le adelanten, a un alto, al fuego. Todo con el objeto, de que no sea que la paz, se firme, y nos sorprenda, con distintos millares de nuevas víctimas, que exijan reconocimiento, e indemnización, convirtiéndose todo en un, nunca acabar.

Lo cierto, lo verdadero, lo real, es que hoy, se negocia y se da toda la Prensa del mundo, a la muy pronta legalización, de un sinnúmero de delitos, que en otrora tiempos, era impensable, se pudiesen amnistiar, perdonar, condonar, y lo que es más triste, esos que han vivido, de todo lo ilícito, habido y por haber, puedan dentro de un tiempo muy corto, ser , los nuevos dirigentes de nuestra patria.
Colombianos, mujeres de mi patria, lo hecho, hecho está, se negocia aparentemente la paz, se habla, que está muy cerca, quiera Dios que así sea. Veremos si de verdad, los campesinos, pueden vivir dignamente, sin el temor, de ser despojados de sus parcelas, aunque mientras el poder de los terratenientes, en los campos de mi patria continúe, la vida del campo, estará siempre ligada al caos, al desorden, y a la expropiación, a sangre y fuego, contra los más desprotegidos de ese sector económico de Colombia.

Esa paz, que nos han venido vendiendo, solo podrá consolidarse, si se efectúan los cambios profundos, que las mayorías del país estamos exigiendo. Pues, es imposible pretender una paz, duradera, y estable, cuando existe una Nación con sus habitantes, viviendo entre la incertidumbre, de la miseria, la pobreza, y la más horrenda de las desigualdades, y en medio de una innegable polarización.
No puede pretenderse una paz, duradera y estable, cuando aún, existen miles de familias, que solo prueban, un lánguido y sucio alimento, al día. Ni menos cuando aún existen, miles de niños, que jamás, han podido conocer que es una Escuela, sino que sus únicas letras aprendidas, han sido las de levantarse desde antes de apuntar el sol, para con sus manitas ir a trabajar, para conseguir unas míseras monedas, que le permitan a su vieja, a sus hermanitos, y a él, poder llevar algo a sus débiles estómagos.
No puede pretenderse, una paz estable, y duradera, cuando en pleno siglo XXI, en la época de la más desarrollada tecnología, y la existencia de un mundo totalmente globalizado, hasta en los aspectos del amor, todavía, nos encontremos con acciones del gobierno, tan vergonzosas, ridículas y tristes, como es, mantener sin que se conozca el agua potable, a una gran porción del país. Y lo peor, para saciar la sed, la sequía, estemos gastando miles de millones de pesos, del desvalijado Presupuesto Nacional, ofreciendo cualquier cantidad de pozos, para que la gente, cargue desde largas distancias su preciado líquido, y con ello, trate de no dejarse morir deshidratado.

Lo cierto es, que ojala, haya paz, entrega de armas, y desmovilización, de todos estos matones. Pero lo más importante, que esa paz, llegue con buenas bases y profundas raíces, para que perdure. Y sea todo por el bien de las generaciones venideras, y las que están próximas a hacerse sentir en el país.