Todos estos malditos que en la red, publican imágenes de Jesús, con su corona de Espinas, besándose apasionadamente con una mujer; piensan que hieren, o amedrantan a quienes, bajo una posición inquebrantable, declaramos que creemos y amamos el evangelio enseñado en las Sagradas Escrituras, por los Profetas, Apóstoles, y por el mismo Jesucristo resucitado, y sin ninguna duda, ( Hijo del Dios Altísimo), Pues no nos amedrantan. Por el contrario, sus blasfemias, sus ofensas y su asqueroso estado diabólico, nos llena de mayor fuerza, valor y coraje, cubiertos con la Sangre Sagrada del divino Redentor del mundo, ( JESUCRISTO), vamos de frente y sin miedo, para decirle a los hijos del diablo; alto, no pasarán, no pisotearán la palabra de Dios, ni harán del Evangelio lo que les venga en gana. No al intento de su matrimonio asqueroso, e in reprobable. No, y no, a la entrega de los niños en adopción a parejas del mismo sexo. Y digo en el nombre de Dios, que vive por los siglos de los siglos, y por toda la eternidad; (Que sea anatema y mil veces maldito, todo el que blasfema contra Dios). Igual todo aquel, que hace de su palabra, actos de vergüenza, y pretende que sus asquerosas pretensiones les sean aprobadas, cuando éstas van contra la misma naturaleza. Dios constituyó el Sacramento del matrimonio, para un hombre, hombre, para una mujer, mujer, para que esa pareja compuesta por verdadero macho, y legitima hembra, sojuzgara la tierra, y se multiplicara en ella, y sobre ella. Dos seres del mismo sexo, no pueden engendrar, no pueden multiplicarse, ni tienen el poder del espíritu para sojuzgar la tierra. Una pareja del mismo sexo, solo puede sojuzgarse entre ellos mismos, y en el mismo fuego maligno, que ya tiene sus almas ardiendo en cada una de sus acciones asquerosas, cuando en encuentro intimo se hallan. Despierta Colombia José Castañeda, no callará, no teme a las amenazas, ni a la muerte. Daremos la batalla, y si para ello, la vida hay que ofrendarla, se ofrendara. Una sola vez se nace, por lo menos en la carne, y una vez en ella se muere, así que ¿ cuál es el miedo, a la señora muerte?. Si para los "GAY"; hay derechos, para los que no lo somos, existen también soberanos derechos. Y aquí, no estamos reclamando derechos de hombres, ni creados e inventados por hombres.. Aquí estamos luchando porque se respeten los valores y principios cristianos, que desde los comienzos de esta Nación, fueron aceptados, y arraigados sabiamente, en el corazón de las inmensas mayorías de la patria. ¿No se satisfacen con todo lo que han alcanzado¨?, hoy se besan en publico, hoy van acariciándose dos hembras, y dos "hembros" como si fuese ella, y él., sí, así como lo he escrito, dos hembros ; en presencia de todo el mundo, realizan gestos y movimientos según su propia convicción, de legitimo amor. Han alcanzado posiciones que antes no tenían, hoy pueden rejuntarse donde les de la gana, y ya a ese rejunte, lo llaman hogar, Hemos sido afables, en todo lo que han querido, pero que pretendan dos seres del mismo calibre sexual, pretender adoptar, a nuestros niños, no, y mil veces no. Que deseen apropiarse del más divino y sagrado de los Sacramentos, como lo es el matrimonio, váyanse al diablo, basta. La palabra de Dios, su Evabgelio divino, no se alquila, ni se entrega al mejor postor, sino a aquel, que se ha hecho digno de tomarlo. Y ese sagrado Sacramento solo lo entregó, el Hijo divino de Dios, a una real y verdadera mujer, es decir, solo a aquella, que gusta de un verdadero macho(HOMBRE). Igual lo creo para que ese hombre que pretenda llegar a tomar ese Sacramento, sea realmente todo un hombre, le guste y ame, al más divino ser, que después de Dios, existe sobre la faz, de este mundo, la (MUJER):