DESPIERTA COLOMBIA JOSÉ CASTAÑEDA, SE PREGUNTA: ¿ QUÉ OJOS EN EL ROSTRO POSEE EL PRESIDENTE, QUE RIGE LOS DESTINOS DE ESTA NACIÓN?
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Es un ser incoherente en todo lo que dice, es incoherente, en la visión que de los problemas de la patria tiene. Tal parece que fuera tuerto, o totalmente ciego. Pues todo es contrario a lo que expresa, a lo que él ve, en  relación con la realidad que viven millones de compatriotas.

VEAMOS LAS REALIDADES DE JUAN MANUEL SANTOS, EN MALA HORA PRESIDENTE, EN MALA HORA REELEGIDO: Habla de prosperidad, y son más de 17 millones de Colombianos que se mueven entre la miseria extrema.
Miles de familias Colombianas, moradoras en las cercanías a la hoy acabada Venezuela, junto a los miles de infelices de la Guajira, y de los llamados Departamentos Especiales, su vivir es más que amargo y desgraciado. Viven en  "CLOACAS", en pocilgas de mala muerte. Su dolor, su miseria, puede compararse sin temor a equivocaciones, a la hambruna, y despiadada miseria que sufren millares de niños, y adultos en decenas de pueblos del  África.

Habla de paz, se le llena la boca, tratando mal, a todo aquel, que le hace ver, que su tan anunciada paz. es tan solo una "quimera". Pues mientras  paga inmensas millonadas en pautas publicitarias, promocionando su mediocre Administración, y hablando de lánguidas primaveras de paz,y  viajando por distintos lugares del mundo, a consta del Presupuesto que pertenece  a sus gobernados, el medio ambiente, es destruido, y asesinado cobardemente. Mientras él, sigue sonriéndole a unos 8 canallas, que siguen no luchando contra un sistema Político corrompido, sino que luchan contra los más pobres del país. Les asesinan sus esperanzas, sus humildes ingresos, destruyen sin piedad la Naturaleza, envenenan el agua, hoy escasa  en decenas de lugares de ésta "LOCOLOMBIA".

Trafican en la cara del gobernante de turno, pero él, y los representantes de la Justicia, abrazados a los corruptos de la mentirosa Unidad Nacional, acantonada en las curules del mal oliente Congreso Colombiano, se dirigen de una forma llena de afecto, y del más profundo respeto, hacia estos desalmados y cobardes terroristas de las farc,  llamándolos "SEÑORES". Casi que de rodillas les suplican, (POR FAVOR, PAREN ESTO, YA ESTÁ BUENO).

Habla de  seguridad ciudadana; pero ésta no coincide con las estadísticas, que mentirosamente nos acomodan, como si todos fuéramos imbéciles. Pues en los barrios Populares de la mal llamada Metrópolis (Bogotá), se vive una crisis que eriza la piel, y se hace casi que inenarrable. Miles de jovencitas,  que solo oscilan entre los 12, 13, y 15 años de edad, se debaten entre toda clase de venta y consumo de alucinógenos. Viven en permanente  lucha a muerte, por la defensa de sus territorios demarcados con las lineas invisibles, de las fronteras de la muerte. Esto se vive en la mayor parte de  las grandes ciudades de la Nación. Egoísta, y  desinteresado, el Presidente niega este triste flagelo, que si no se le pone atención, los mismo que hoy lo desconocen, con arrogancia y desfachatez, más pronto que tarde, llorarán lágrimas de sangre, cuando ésta bomba de tiempo, les explote en sus propias y sucias narices. Lo más triste es que una Institución como la Policía Nacional, a través de  sus "jerarcas", le hace el juego, al Cesar de turno, negando también esta triste y peligrosa realidad, que se vive en Bogotá, y la mayor parte de las llamadas  importantes ciudades de la patria.

Este charlatán que ganó inmerecidamente la reelección, desconoce a priori, la verdad, que sobre pobreza, hambre,  seguridad, y abandono social, padece el pueblo que a su voluntad dirige.

Colombia, vive dos graves problemas; no posee Alcalde, ni autoridad alguna en su Capital, e igual le sucede a la Nación entera, no posee Presidente. Este le miente a su pueblo, sus discursos, están plagados de demagogia, de falacia, no da cuentas claras  al país, sobre que hace con el dinero de la inmensa deuda externa, que al país asfixia, no le cuenta  a la Sociedad Nacional, la verdad, de cuánto es que año tras año, se extrae del presupuesto del país, para el pago de intereses de la citada deuda externa. Sabe bien que estos, no son miles, sino billones, que anualmente, saca de nuestros bolsillos, para satisfacer los apetitos mezquinos de una minoría Internacional, en cabeza del maligno "FONDO MONETARIO INTERNACIONAL".

Este Presidente de la Nación, vive lejos de la realidad, que viven sus gobernados, él,  vive una Nación sin hambre, sin pobreza, sin desigualdades sociales, sin violencia, Pero claro; él,  y su familia, disfruta diariamente de mesa opulenta, no paga arriendo, en seguridad, vive rodeado de miles de hombres, entre Soldados y Policías. Él, no anda descalzo, ni nadie de los de él, recoge en las basuras, alimento para sus seres más queridos. El Presidente vive en un planeta distinto dentro de nuestro país.
En cambio sus gobernados, vivimos una realidad, que la clase corrompida que nos maneja no la vive, ni la ha conocido igual.

Por eso, se niegan a aceptar, una verdad, que cualquier sordo, ciego, y mudo, percibe a kilómetros de distancia.

Hombres y mujeres de mi patria, ¿ hasta cuándo dejaréis de  ser pasivos, débiles, y cómplices, de toda una manada de ratas de cuello blanco, que hacen con vosotros (as), todo cuanto les viene en gana?.


Despertad, tomad conciencia, no entreguéis vuestros derechos, y vuestro sagrado destino, en manos de quienes no lo merecen.
Despertad, os lo pido, os lo clamo. No elijáis a la tolondra, como si el porvenir, como si el destino de vuestros hijos, no os merecieran de vosotros, una mayor responsabilidad, como Constituyente Primario que eréis.

Tenéis el poder en vuestras manos, y en vuestras decisiones, para cambiar el rumbo de esta patria, mía y vuestra.
Pensad sabiamente, y mirad y entended, que el futuro de vuestros hijos, y demás seres amados, no debe tener en vuestros sentimientos ni corazones, ninguna clase de colores, ni de banderas en especial.

Pensad, que vosotros sois, los únicos responsables, de los destinos de la Nación, que queréis dar y dejar a vuestros descendientes.

Despierta Colombia José Castañeda, espera, y confía en que Dios os llene de entendimiento, y por fin, le deis, a estos corrompidos de la Política Colombiana, un rotundo no más.

Colombianos y Colombianas, no hay tiempo de más quejas, de más lamentos; la hora se acerca, el tiempo es ahora, o nunca. Tenéis todo en vuestras manos, y en vuestras conciencias, despertad, y el cambio será una eterna realidad.