POSICIÓN DE DESPIERTA COLOMBIA JOSE CASTAÑEDA, CON RELACIÓN AL FALLO DE LA CORTE CONSTITUCIONAL, FRENTE A LA ADOPCIÓN DE NIÑOS, POR PAREJAS HOMOSEXUALES, O SI LO PREFIEREN, LLAMENLA "SOCIEDAD GAY".

Cualquiera sea el calificativo que le deseen dar, esto es todo un  despreciable y asqueroso adefesio, hecho por  la llamada Corte Constitucional, que se ha tomado, atribuciones que no le son conferidas, pasándose por encima de la Institucionalidad, que ellos dicen defender.

Se ha apropiado de  facultades,  que le pertenecen a otro Organo del Poder Público Colombiano.
La  Corte Constitucional, le ha dado la espalda, al derecho supremo de las mayorías. Este país está al revés, lo vienen convirtiendo en una mal oliente basura. Ahora los que tienen voz y voto, son las minorías.

Los derechos de los niños solo son letras muertas, los valores  y el respeto por la familia, la ha pisoteado esta Corte constitucional. Corte ésta, que entre otras está muy por debajo su credibilidad, y.. sus actos morales, están muy cuestionados,  poseyendo una altísima imagen desfavorable, ante la sociedad moradora de la patria, a la cual le imponen sus  burdos fallos.


Un país de doctos de medio pelo,  que se creen amos y señores, y hacen lo que les viene en gana, con las  mayorías sociales, va rumbo a una hecatombe. El país está cansado de obedecer, lo que se le antoja imponer cada príncipe barato, y corrupto, que se ha sentado en distintos "Solios, y.. Tronos de la patria".


No existe una violación más clara, deshonrosa, y triste, que la que acaba de cometer la Famosa Corte Constitucional, con su horrendo fallo, en favor de una minoría, y pasándose por encima el clamor del 85% de quienes decimos que la adopción a parejas, del mismo sexo, es toda una afrenta a la dignidad humana, y especialmente, al derecho sagrado de los niños, de poseer, un real papá, y una verdadera mamá.

Esto es toda una vergüenza, y.. por supuesto, que los "GAY" celebran, porque ¿qué van ellos a saber lo que es la constitución de una real y sagrada familia?. Ellos solo conocen, el apetito sucio, donde dos presuntos hombres, y dos  cuasi que mujeres, se revuelcan, entre la mierd... que produce... su asquerosa intimidad.


La Corte, O .. como se llame, está obligada, a respetar a la Sociedad Colombiana. Y.. el Constituyente primario, no le ha entregado ningún derecho, para que abusando de su poder, se pase por encima, la voz, de millones de hombres y mujeres dignas de la Nación, que siempre le han solicitado prudencia, en cuanto a esta clase de fallos.

Ésta es una Corte, con infulas dictatoriales. Se torna inquisitiva, pisotea la vos  humilde que le clama analizar a conciencia, sus peligrosos fallos, que convierte de forma de por demás arbitraria, en  inmerecidas Jurisprudencias, que afectan terriblemente, el sentimiento, moral, digno, y cristiano de las inmensas mayorías que pueblan Colombia.


Todo lo hace, pensando en la complacencia, de quienes no encierran, ni se hallan dentro de la voz mayoritaria, pero lo que es más grave, su fallo, destruye, la moral, y ofende la dignidad, de más de 35 millones de Colombianos. A la Corte Constitucional, no le corresponde lo que acaba de hacer, sin respetar, el pensamiento, de una sociedad, que es, mayoría, en cuanto a la real constitución, de lo que significa familia, hogar, y conformación de parejas reales.

El país debe pensar, seriamente, en cambios profundos, que nos lleven  a caminos, que realmente le devuelvan  a nuestros hijos, la dignidad, la honestidad, y la vergüenza, que hoy, desde distintos frentes de la Política, y de la alta Justicia, nos han arrebatado, y nos están condenando, a vivir, en un país, donde lo que vale, se respeta, y escucha, es  lo que antes era de, deshonor, delito, y asalto a los principales valores, con los que una sociedad, hace de su patria, algo grande, digno y respetable.

Debemos salir  a las calles, y la Iglesia, aquí debe decir con claridad, que es lo que de Cristo, realmente nos enseña. No más dejarnos imponer lo que desde las altas esferas del  la nación, nos vienen haciendo tragar, Quienes ahora se han puesto a favor de la indignidad.